El primer Protector del Grial y el Rey del Grial es Parsifal, quien lleva dentro de él la parte del Espíritu Santo,
Él es la Ley, Él es el Alfa y la Omega para todo lo que existe en la Creación.
Él es de la Santidad de Dios Padre, el juez más justo de toda la vida en esta Creación.
Él sostiene el Libro Dorado de la Vida de todo lo que ha despertado y despertará a su conciencia.
Él es quien tiene las llaves de todos los lugares de la Creación en Sus santas manos, porque desde el principio ha actuado en las Leyes de la Creación como la Voluntad Viva de Dios el Padre.
Como parte de su voluntad, Parsifal está inextricablemente vinculado a su padre, el Dios santo, el dador misericordioso de toda la vida.
En Parsifal, desde el comienzo de todas las épocas, la Obra de la Creación ha vivido un autoconocimiento omnisciente sobre los hilos de la vida de todas las criaturas y seres que habitan en la Creación.
En Parsifal, como parte de su ministerio, se cumple la unión y elevación de la ferviente acción de gracias y súplicas de los habitantes de la Creación a Dios Padre.