La música abre, su alza inspira, construye canales, recuerda mundos brillantes e invisibles que alguna vez fueron parte de nuestra presencia, construye sutilmente imágenes y canales ardientes, resuena … la música tiene la capacidad de abrir las alas de nuestro espíritu en un vuelo sin precedentes, dejar vibrar los tonos internos en una melodía curativa, llamar a la luz interior en el círculo del conocimiento, dejar florecer las semillas de la esperanza, las cadenas polvorientas de nuestro espíritu interno florece al despertar … una lágrima puede caer como un signo de movimiento interno …